P. José Antonio Rubio, S. J.
El 17 de junio se conmemora el día del padre en Guatemala, pero sabiendo que también esta figura muchas veces no es tan clara en nuestras sociedades, queremos hacer una pequeña reflexión, tomando en cuenta que estamos en el año de San José, ejemplo no solo de padre, sino también de esposo, y discípulo.
En nuestros días existen muchas dificultades para construir una familia, sea por causas sociales, laborales o de otra índole, pero es bueno no perder de vista que aún en medio de esta realidad podemos inspirar valores que se transmitan de generación en generación, construyendo sociedades con valores cristianos. Hay tres características que deseo resaltar en estas líneas y que tienen que ver, desde mi punto de vista y con las limitaciones del caso, con una figura paterna integral.
En primer lugar, en José aparece la figura de Padre, no solo de progenitor, sino de alguien que camina con su hijo, y en medio de sus fragilidades humanas, desea y lucha por transmitir experiencias que ayuden en la madurez y desarrollo integral de su familia. José acompaña a su hijo y su esposa por varios años, y la manera más fácil de conocer cómo realmente fue su vida es acercándonos la vida de Jesús, quien aprendió seguramente una nueva manera de relacionarse con Dios y con los demás.
En segundo lugar, descubrimos la figura del esposo realmente enamorado, que es capaz de superar incluso su cultura para no abandonar a María. Y no solo se enfrenta con los valores culturales y familiares, sino también es capaz de cuidar a su familia en tierra extranjera. Un loco enamorado que escucha la voz de Dios y de su corazón, y por ende, es capaz de cuidar, dar, recibir y formar una familia unida y en búsqueda de la voluntad de Dios.
Finalmente, aparece la figura de la fidelidad, no solo a su fe, sino también a su misión como esposo y como padre. José es un discípulo que escucha y pone en práctica la Palabra de Dios, pero nunca abandona su familia, acepta el desafío y permanece fiel a su vocación de padre de familia, permanece en el amor.
José nos muestra una manera de construir y acompañar una familia, desde la sencillez y sin mucho ruido, en el Evangelio poco se menciona su figura, pero desde el ejemplo, el amor y la fidelidad, contemplemos su imagen en el capítulo primero del Evangelio de Mateo, para que meditemos sobre la misión de ser padre y responsables directos de una sociedad cimentada en los valores cristianos.
Excelente Reflexión