Toda sensación y pensamiento de ¨inicio¨
debe afrontarse con entusiasmo
y con la ilusión de construir algo novedoso para nuestra vida.
Podemos decir que, de alguna manera, siempre estamos iniciando: cada día, cada nueva tarea, cada nuevo viaje… Sin embargo, hay experiencias y momentos que son más significativos como inicio de algo: un nuevo trabajo, una nueva relación, un negocio, una nueva carrera y… un nuevo inicio de año.
Las experiencias de ¨inicio¨ siempre son significativas para el ser humano, de alguna manera implican una esperanza, una oportunidad, una página por escribirse.
Iniciamos este nuevo ciclo de estudios y es conveniente enfocar y subrayar dos elementos fundamentales:
Se inicia con ilusión, con entusiasmo. De las experiencias pasadas hemos aprendido, o debemos aprender, pero ahora que estamos a las puertas de un nuevo ciclo de estudios, la emoción más importante a cultivas es la del entusiasmo, un nuevo camino se está por iniciar y creemos y esperamos lo mejor de esta nueva experiencia. Los sentimientos negativos, pesimistas, derrotistas deben buscar eliminarse; muchas veces no se puede evitar el sentirlos, más en las situaciones de incertidumbre, dificultades, malas experiencias; pero hay que fomentar más una actitud de sano y sereno optimismo.
El cultivar una actitud optimista, una disposición interna positiva, ya genera en nosotros el ánimo y el deseo de comprometernos con algo, nos da ¨una mirada¨ para encontrar lo que vale la pena de este nuevo viaje.
Pero no se trata de una ilusión ingenua, ilusa o un entusiasmo vacío, o como en buen chapín de dice: ¨llamarada de tusa¨, entusiasmo pasajero, ilusión efímera. Por eso es que el entusiasmo y la ilusión deben de ser sostenidas con ¨la dedicación¨.
La dedicación es el esfuerzo sostenido en tiempo y recursos. Es esfuerzo tiene su mérito y es la disciplina que nos lleva a conquistar las metas esperadas. Sin dedicación toda ilusión queda en expectativas no cumplidas, esperas de golpes de suerte que ¨quién sabe¨.
La dedicación, el esfuerzo, la disciplina no garantizan el éxito, pero lo posibilitan y sobre todo, forman el carácter, capacitan para empeñarse en cualquier nuevo proyecto, son el fundamento de la satisfacción y el logro en lo que me propongo.
Feliz inicio del 2022, con ilusión y dedicación.
A. César Montenegro R.
Director del Departamento de Educación
Universidad Rafael Landívar.