Estimada comunidad landivariana:

Estamos iniciando el nuevo ciclo académico en medio todavía, del impacto de la pandemia COVID-19 y sus variantes como ómicron. Ciertamente no es el mejor de los escenarios para la mayoría de las instituciones educativas en el país. Debemos mantener las medidas de bioseguridad y retomar los aprendizajes adquiridos en la gestión de la pandemia.
A pesar de esta realidad, debemos ser esperanzadores en el reinicio de nuestras labores académicas, investigativas, administrativas y de proyección social. La Universidad Rafael Landívar ha transitado en sus más de 60 años de vida, en medio de adversidades y retos. Nuestra comunidad universitaria tiene la experiencia, las capacidades y la determinación ética de afrontar los desafíos desde la confianza en la misión compartida.
Sabemos que nuestra inspiración ignaciana nos lleva “a ver nuevas todas las cosas en Cristo”, es decir a renovar nuestras miradas personales y colectivas para aportar no sólo resiliencia sino también trascendencia en nuestras opciones.
Ser “Landívar” es comprometerse frente a los desafíos de la pobreza, la injusticia social y la corrupción con el rigor intelectual y ético necesarios que provoquen nuevas soluciones de superación a los conflictos.
Les animo a que sigamos discerniendo juntos frente las adversidades y con el ánimo necesario para provocar cambios sustantivos en esta realidad compleja que como país nos toca vivir.
Es importante en este nuevo ciclo académico que iniciemos la implementación del Plan Estratégico Institucional 2022-2030. El PEI nos da una ruta clara en nuestro caminar universitario y nos alienta a trabajar en redes de cooperación y colaboración no sólo entre nosotros sino también con otras instituciones y grupos con los cuales compartimos la misión confiada.
Debemos poner énfasis en este nuevo inicio con el cuidado de las personas. El centro de nuestra misión son los estudiantes y nuestros colaboradores. Para ello es importante que prioricemos las relaciones interpersonales y grupales en favor de un clima favorable no sólo para el aprendizaje sino también para la dignidad humana de todos y todas.
Confío que con la colaboración de toda la comunidad landivariana logremos las metas trazadas y seamos un aporte significativo en la construcción de la sociedad nueva que anhelamos con paz, reconciliación y dignidad.
Que el Dios de la vida nos bendiga y acompañe en nuestro caminar misional de compromiso para “en todo amar y servir”.
P. Miquel Cortés Bofill, S. J.
Rector