La Guía No. 22 de la CPAL nos invita a reflexionar sobre el “Dolor de la tierra, dolor de los pobres, dolor de Dios”, para amar al prójimo y a nuestros semejantes. A comprender que el mundo necesita de seres humanos amorosos, nobles; y no de personas indiferentes.
Por lo tanto, el papa Francisco hace un llamado a dejar de ser egoístas, ambiciosos, violentos e irresponsables con nuestro mundo. El papa invita al diálogo, al amor, el interés y cercanía con los otros.
“Todos podemos colaborar como instrumento de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades” (Laudato si. 14)
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