Walter Saquec López Profesorado de Enseñanza Media en Pedagogía y Psicología del Departamento de Educación – Facultad de Humanidades Sede de La Antigua
La fiesta del aprendizaje por placer es de locos, es de los que se salen del “guacal”, es de los que experimentan algo nuevo y diferente, es de los que se animan a indisciplinar los programas académicos, es de los que a pesar de que todos estén en contra aun así se lanzan a la aventura, incluso con equivocaciones y errores, pero con la satisfacción de haberlo intentado. La fiesta del aprendizaje por placer es un encuentro significativo en donde la alegría, la ternura, el gozo, la libertad, la flexibilidad, la improvisación, la subjetividad, las emociones, las sensaciones, la diversidad, la comunicación efectiva y afectiva, los desacuerdos, el cambio de planes, el incorporar a última hora otras cosas… constituyen los ingredientes más ricos y embelesadores. Esto es aprender por placer y aprender en encuentros significativos.
El cambio de rumbo y la transformación que necesita la educación únicamente puede ser comprendido justamente como parte de un proceso más amplio y más complejo: la metamorfosis de la sociedad en su conjunto. El problema educativo no se soluciona con nuevas metodologías, o con más tecnologías, ni siquiera con novedosas pedagogías, aunque sean estas necesarias y valiosas (Najmanovich, s.f.).
La mecanización, la ética del control, la transmisión, la linealidad, la objetividad, la jerarquización, la disciplina, la normalización, la estabilidad, la estandarización, la direccionalidad, la horizontalidad y la conducción, no tienen cabida en un sistema abierto y complejo; aún más, no tienen cabida cuando se aprende por placer. Porque lo que se busca son nuevos vórtices, nuevas fluctuaciones, nuevos pensares y sentires, nuevas actuaciones y encuentros. Otros modos o formas de aprender maravillosamente por placer.
En tal sentido, las aulas o “j-aulas” ya no son los únicos espacios de encuentros y de aprendizajes. “Los límites del aula no serán los que marcan las paredes sino los que determinen las posibilidades de conexión con un mundo ávido de encuentros (Najmanovich, s.f.)”.
El aprendizaje por placer se basa en dos principios biopedagógicos; la autonomía y la colectividad. Significa que somos lo que decidimos ser y no estamos solos, necesitamos del otro. Precisamente en la fiesta del aprendizaje, cada aprendiente se manifiesta desde su autenticidad e interioridad, pero solo es posible si está en red o en colectividad con los demás.
Una fiesta es posible cuando los protagonistas somos todos, pasar de espectadores a actores.
El deseo de aprender, conocer y descubrir nuevos conocimientos es algo fundamental para un educador ya que tiene la responsabilidad de motivar el aprendizaje en sus estudiantes. Lamentablemente muchas veces nos acostumbramos a los repetitivo y tradicional, esto a su vez provoca cansancio y desinterés en nuestros estudiantes.
Sómos lo que decidimos ser, y tu decidiste ser el cambio felicidades por ese enfoque tan profundo que hace reflexionar que nos incolucremos en la fiesta del aprendizaje.
Mi admiración para ti amor
Es un enfoque significativo, es realmente maravilloso ver la educación como un placer
Sin duda es un artículo que toda la comunidad educativa debe leer y reflexionar.