Para los estudiantes de tercer año de la Licenciatura en Medicina es un distintivo portar la bata blanca. Es por esto que se realiza la imposición de bata blanca, en reconocimiento a su esfuerzo y culminación de la primera etapa de formación, en el ámbito de las ciencias básicas y en el área comunitaria. Los acredita también, a portarla y los compromete al inicio de la segunda etapa de formación académica, en el ámbito hospitalario.
Dicho evento sirve también, para reconocer logros de médicos guatemaltecos destacados. En esta ocasión fue el Dr. Edwin Jose Asturias Barnoya, pediatra infectologo, con una larga trayectoria y aporte a la sociedad guatemalteca en el ámbito de salud. Durante su trayectoria ha publicado 50 artículos en revistas y ha sido autor de 5 capítulos en libros de referencia de Pediatría y Enfermedades infecciosas.
Durante su discurso el Dr. Asturias habló sobre la responsabilidad que tienen los médicos con la sociedad que atienden y recalcó la importancia que tiene la formación que hoy en día tienen en esta prestigiosa casa de estudios. “Estoy convencido que la misión ignaciana nos está preparando para una vida extraordinaria como futuros médicos”, disertó.
Recalcó también la importancia que tiene la bata que empezarán a portar, diferenciándoles de muchas otras profesiones que existen, así como la responsabilidad que llevan sobre sus hombros. La igualdad en el servicio y trato que deben otorgar formó parte importante de las palabras del Dr. Asturias, haciendo mención en la diversidad de etnias, razas y creencias que coexisten.
La bata blanca representa entonces limpieza, integridad y madurez de crecimiento dentro de la carrera. Con la imposición de esta, los estudiantes hacen un juramento orientado hacia la responsabilidad que tienen sobre el tratamiento de los pacientes y el respeto que se merecen, así como el esfuerzo que tienen que dedicar a la práctica hospitalaria.
“Nunca dejen de buscar la verdad, aquellos que sufren necesitan más que un doctor que los recete. Necesitan a un profesional que nunca deje de aprender” – Edwin J. Asturias-Barnoya
