Luis Pedro Martínez, egresado sobresaliente de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Landívar comparte su experiencia en la formación académica y profesional al participar en Moot Courts nacionales e internacionales que impulsaron su compromiso con la justicia y la sociedad.
Durante sus estudios universitarios, el Mgtr. Martínez tuvo la oportunidad de desenvolverse en diversas actividades promovidas por la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, convirtiéndose en un destacado landivariano, y en un excelente profesional y abogado litigante en la defensa y resolución de procesos judiciales, penales y constitucionales.
Cuéntenos su experiencia y motivación al participar en Moot Courts nacionales e internacionales promovidos por la Universidad Rafael Landívar
Mi principal motivación fue la oportunidad de desarrollar herramientas para expresar, de mejor manera, las intenciones o pretensiones de un cliente frente a un tribunal. Sin duda, fue una de las mejores experiencias que tuve como estudiante en la Universidad, me abrió y me sigue abriendo puertas en mi ejercicio profesional.
Participé en Moot Courts de Ética, Derechos Humanos, Procesal Civil y Mercantil y el Moot Internacional sobre Derecho Internacional Privado Jessup, Washington, Estado Unidos.
¿Cuál fue el Moot Court que marcó su etapa profesional o académica?
El Moot Court que marcó mi vida fue Jessup porque me enseñó habilidades de preparación, estudio; y principalmente, a no tener miedo y exceder mis expectativas. Es una experiencia increíble porque permite la interacción con estudiantes de otras culturas, al igual que, refuerza el networking y los conocimientos de ordenamiento jurídico de otros países.
Cabe resaltar que Jessup es un reto porque la argumentación y oratoria es en inglés, por lo que requiere un mayor esfuerzo para convencer a jueces y magistrados de todo el mundo.
¿Cómo ha incluido las enseñanzas en su vida profesional?
El hecho de aprender una doctrina y participar en la resolución de casos ficticios me permitió adquirir competencias, habilidades, destrezas y herramientas en la práctica profesional, así como comprender mejor el derecho guatemalteco per se. Además, el ser estudiante y trabajador, me dio una ventaja, porque adquirí experiencia previa a graduarme.
Conforme los años, uno aprende cada vez más a orientar a la toma de decisiones correctas, sin embargo, la Universidad y la Facultad nos inculca valores para ejercer un profesionalismo integro.
¿Qué mensaje les daría a las nuevas generaciones que desean obtener estudios jurídicos?
Mi consejo es no tener miedo a participar en cualquier actividad que la Facultad les presente. El hecho de perder el miedo, la pena o el qué dirán, ya es un proceso satisfactorio que lo reta a adquirir competencias incuantificables en la carrera.
Además, recordar que cada abogado es su propia marca y con todas las actividades, herramientas y aprendizajes que la Facultad brinda; acelera el crecimiento profesional y personal de cada ser humano.