Anhelo, sed, expectación. Eso es lo que nos invade cuando sentimos que se aproxima algo que deseamos de veras. Pues eso es este adviento. Tiempo para los grandes sueños. Solo los mediocres o los desesperados renuncian a soñar. Pues bien, si nos dan ganas de rendirnos, es tiempo de nuevo para alzar la cabeza, mirar al horizonte, ver fuera, ver dentro. Dejar que resuene como una promesa el grito de un Dios que atraviesa el tiempo para decirnos: “Se acerca su liberación”.
Este próximo Domingo 28 de noviembre iniciamos el tiempo litúrgico del Adviento, y con él, en este año queremos entrar en la óptica divina.
Dado que somos una comunidad universitaria de inspiración cristiana e ignaciana, queremos disponer nuestro corazón al Señor que viene.
La encarnación es el corazón de nuestra espiritualidad ignaciana, pues de la mirada encarnada y comprometida de Dios, surge la razón de ser de la misión de la Compañía de Jesús.
A lo largo de las próximas semanas, en las personas de José y María, sabiéndonos una universidad que forma parte del cuerpo apostólico de la Compañía de Jesús, manifestamos nuestro deseo de entrar también como ellos en la óptica divina.
Este próximo viernes, tendrán a su disposición el material que esperamos los acompañe a lo largo de este tiempo:
Guía 1. (Primera Semana de Adviento) – Ver al mundo
Guía 2. (Segunda Semana de Adviento) – Entrar con María en la óptica divina
Guía 3. (Tercera Semana de Adviento) – Actuar como José, con valentía creativa
Guía 4. (Cuarta Semana de Adviento) – Asumir mi lugar en el movimiento encarnatorio
Que este tiempo nos permita acercarnos al pesebre con la visión más amplia y a la vez, profunda.