Kevin Siquín
Este domingo celebramos la solemnidad de la Ascensión del Señor, el evangelio de San Marcos (16, 15-20), se menciona que antes de ascender a los cielos en cuerpo y alma, Jesús les deja una misión importante a sus discípulos: predicar y anunciar el Evangelio a toda criatura, y esta es una misión a la cual todos y todas estamos a llamados.
El Papa Francisco expresa que “la ascensión no indica la ausencia de Jesús, sino que nos dice que Él está vivo y entre nosotros de una manera nueva”, desde esa manera nueva de ver a Jesús entre tantos rostros, especialmente en los de nuestros hermanos que sufren, los desprotegidos, los vulnerados y rechazados. Como comunidad cristiana estamos llamados a dirigir nuestra mirada y misión a ellos, que necesitan ser atendidos y acompañados. La misión evangelizadora de Jesús es hacer vida su palabra en acciones concretas.
Hoy podemos tomarnos unos minutos para reflexionar:
- ¿Cómo estoy asumiendo la misión de Jesús en hacer vida su Palabra?
- ¿Cómo puedo asumir la misión de Jesús en medio de la realidad que me rodea?
- ¿Qué significa para mí anunciar el evangelio en un contexto universitario?